“No
hay amor mas grande que el amor a la libertad,
y no hay odio mas
grande que a quien nos la quita”
Ofelia Fernandez.
Hoy
me levante y abrí la ventana de la cocina, mire el clima y vi que no
llovia, que estaba todo celeste y sin embargo me parece que el dia es
muy gris, muy triste. Hoy, yo estoy gris, estoy triste, estoy
angustiada por todos los cuerpos gestantes que no se van a salvar,
que van a tener que elegir entre la clandestinidad, con todo lo que
eso conlleva, o la maternidad forzada. Me angustia que tengan que
elegir, y me angustia tener la certeza de que muchas van a elegir la
clandestinidad, porque conlleva la marca de lo mortificante, de lo
ominoso, lo que no se inscribe pero marca para siempre.
Me
enoja y me angustia que nos digan en la cara que sus creencias estan
por encima de nuestras libertades, que su odio y su falta de
conciencia de clase están por encima de la vida de todas, de
nuestros derechos, de nuestros deseos. Que nos quieran hacer creer
que la culpa es nuestra por coger, por gozar del sexo, por abrir las
piernas, por provocar, por HACERNOS violar, abusar o asesinar. La
culpa es nuestra porque ellos asi lo disponen, porque cuando vas a
denunciar a la comisaria te preguntan que hiciste para que pasara,
porque cuando vas a un hospital y te atienden mal te dice “si no te
gusta cambia de domicilio o anda a uno privado” y no respetan los
protocolos de interrupción del embarazo que contempla el articulo
86, porque cuando los medios se hacen eco de estas cosas se preguntan
como iban vestida la victima, si había tomado, si estaba en una zona
“recomendable” y que hora era.
Hoy
estoy triste, y me siento vacía, me siento sola, me siento
desamparada, como muchas otras, pero mañana, mañana no vamos a
estar así, mañana vamos a dejar de llorar y vamos a empezar otra
vez a pelear por nuestros derechos, vamos a hacer caer el patriarcado
aun cuando se nos vayan años de lucha en eso. ¿Por que? Porque el
patriarcado nos esta queriendo pasar por encima, porque no nos
soporta libres, vivas y unidas, porque el patriarcado nos quiere
sumisas o muertas. Y aca no se trata de respeto, porque no hay
respeto que valga, no hay opiniones diferentes, estas a favor
nuestra, de nuestra libertad y nuestros derechos o estas a favor del
disciplinamiento de cuerpos, de la moral patriarcal, de la muerta y
la clandestinidad. Que quede claro, no hay dos vidas que salvar, la
única vida que se puede tratar de salvar es la de la mujer, porque
la otra no es una vida, es un embrión, es un conjunto de células,
que en tanto y en cuanto no sea deseada por la madre, no sea
nombrada, significada, imaginada, no va a ser nada mas que un
conjunto de células.
Y
para los que hoy festejan, los que son tan egocéntricos que creen
que “ganaron”, no señores, no ganaron nada, solo decidieron
dejar morir mas mujeres, no hicieron historia, solo retrasaron lo
inevitable.
Si
no es hoy, sera mañana, y sino pasado, porque este es el principio,
y a este reclamo se le van a sumar otros que le van a dar mas fuerza.
El patriarcado se va caer porque nosotras lo vamos a tirar, están
advertidos, los esperamos con nuestras convicciones, nuestros
valores, nuestras libertades y el pañuelo verde en el cuello.