miércoles, 5 de diciembre de 2018


A mi yo de hace 10  años

Estoy a 20 días de cumplir 28 años, a siete meses de recibir, a 8 meses de casarme por civil, e inevitablemente todo eso me pone reflexiva. Me pongo a pensar donde estaba hace 10 años, ¿Quién era? ¿Qué quería? ¿Dónde estaba parada? ¿Qué necesitaba? Y sobre todo pienso que me diría si pudiera volver atrás y decirme algo.
A los 18 años me encontraba atravesando una ruptura, mi primer ruptura amorosa, pensando que era el fin del mundo, llorando todo el tiempo  y pensando cómo poner las piezas juntas otra vez, me encontraba iniciando una carrera que no era para mí, trabajando en un lugar que no era para mí, y ahí estaba yo, entre todos esos sucesos que odiaba, pensando que era el fin del mundo. Supongo que lo que quería en ese momento era superar todo eso, y lo que necesitaba era aprender de eso. Porque como aprendí con los años, si uno no aprende de lo que le pasa el esquema se repite una y otra y otra vez.

Si tuviera que decirme algo, lo primero que me diría es que no sos la garantía de la felicidad de nadie, nadie puede ponerte en la situación de que sos la responsable de sus elecciones, de sus tristezas, miedos o alegrías. Solo sos responsable de vos mismas, de cuidarte, de quererte, de ser feliz y de ganar o perder tus propias batallas. No dejes que la felicidad del otro vaya por encima de tus necesidades.

No te calles la boca, y menos dejes que te callen, nunca, porque cada cosa que no decís, cada cosa que no te dejan decir, se hace síntoma, y  los síntomas dicen ahí donde faltan las palabras, al principio es algo pequeño, una molestia, una sensación de angustia, una tristeza sin nombre, pero cada vez va a ser peor, porque eso crece, el silencio crece, y un día no encontras las palabras, y ya no es que no te dejan hablar, sino que no sabes que decir, perdes tu voz, tus convicciones, tus ideas, tu seguridad en vos misma, y no es justo. Si tenes que decir algo, decilo, decilo fuerte, decilo claro, grítalo, escribilo, píntalo, decilo en público o en privado, pero decilo, porque todo lo que tengas que decir es importante para vos, y eso es lo único que vale.

Cuando te digan que no vas a poder, porque te lo van a decir mucho, no les creas, nunca les creas, vos podes, y no solo podes lo que ellos no creen que puedas, sino que podes más, sos tanto más que sus ideas preconcebidas que el día en que te des cuenta no te va a parar nadie. No dejes que te coman la cabeza, que te llenen de miedos ajenos, que sus limitaciones sean las tuyas. Vos podes, siempre pudiste y siempre vas a poder, porque el día que no puedas no es por ellos, es por vos, sos tu mayor obstáculo. Solta todos los miedos, los pesos ajenos, las ideas de debilidad y seguí, siempre seguí, porque al final podes.

Te van a pasar cosas horribles, vas a sufrir, se te va a romper el corazón muchas veces, pero no vas a estar sola, aprende a mirar a los costados, ármate redes de seguridad, valora a las personas que tenes cerca, aléjate de las que te hacen mal, confía en que la caída duele pero vas a tener manos que te sostengan y hombros para llorar. Entende que las cosas pasan por algo, y a veces es horrible, pero de nosotras depende que hacemos con eso, no podes influir en lo que pasa, podes hacer algo con lo que te pasa con eso, con lo que haces con eso. No trates de escaparte, de negar, ni de pelearte con las circunstancias, trata de vivir en paz y hacer lo mejor con lo que te toca.

Disfruta a los abuelos, a los viejos, a los chicos, a nuestros sobrinos, los cuales te adelanto que son maravillosos, el tiempo pasa, los chicos crecen y los grandes no van a estar siempre, y cuando no estén va a dolor mucho, dales todos los besos que puedas, come mucha tortilla de papa, contales como te va en la carrera, hace chistes, tírate al piso a jugar, baila con ellos, cantales canciones, acúnalos, cómprales golosinas, enséñales muchas cosas. Porque el día que falte, que crezcan, que sientan que no te necesiten, vas a darte cuenta que igual vos estuviste ahí, los viste crecer, los despediste cuando fue necesario. No dejes que se te escape el tiempo.

No sufras por no ser perfecta, por no ser hegemónica, por tener estrías o celulitis, no sos vos el problema, el problema es creer que la belleza hegemónica en la única opción. No sé si sos hermosa o no, pero sé que sosa si, y eso debería bastar. Si queres cambiar algo hacelo por vos, porque la que tiene que vivir con las consecuencias de todo lo que le hagas a tu cuerpo sos vos. No dejes que nadie te diga que vestir, que comer, que tan linda o fea sos, no dejes que nadie te haga sentir mal. Si queres pintarte los labios de rojo hacelo, yo sé que queres pero te da vergüenza.

No dejes que nadie te juzgue por tu cuerpo, ni por cómo estas vestida, no dejes que nadie te presione para nada, no dejes que sus prejuicios te afecten ni permitas que decidan sobre tu cuerpo, no te acuestes con nadie sin ganas, no regales besos para sacarte a nadie de encima.  Nunca dejes a nadie decidir nada por vos, ni decidas algo en función de lo que el otro quiere, tu cuerpo tus reglas, tu vida tus reglas. Eligiendo por vos misma es el único modo de poder hacerte cargo después de tus decisiones. Si elige otro después vas a pelearte con eso durante años, y todo ese tiempo perdido no te lo devuelve nadie.

Disfruta  la carrera, permitite disfrutar los años que vas a pasar adentro de la facultad, no corras que tenes tiempo, pero no te duermas justamente porque el tiempo pasa. Date el lugar a preguntar cosas, no quieras ser siempre la que más sabe, aprende de los otros a tu alrededor, no te vuelvas loca, no te angusties, disfruta del proceso que al final vas a ser una profesional brillante (esperemos!).

Y lo último y lo más importante, entende que el amor no duele, el amor no es sacrificio, el amor no es dejar todo por el otro. En el momento en que eso duela, en que eso deje de hacerte feliz, eso no es amor. Corre muy rápido si eso pasa, no pierdas tu tiempo, tus energías y tu amor propio tratando de convencerte de que las cosas van a mejorar, ignorando todos los motivos que te gritan a las claras que eso no es amor, porque el amor no duele, el amor es una construcción que te permite desplegar toda la potencialidad que tenes, ser libre de decir, de pensar, de pedir, de dar lo que quieras. Es un espacio donde las personas interactúan dando lo mejor de sí mismos, con las discusiones pertinentes, obvio, pero con el respeto que se merece uno mismo y el otro. Si es otra cosa no es amor, y no nos merecemos nada por debajo de eso.